Entrenamiento vocal personalizado

La voz está tan ligada a las emociones que vivir el proceso (que ya te adelanto que es infinito) con frustración, es una peli de terror. Y la frustración llega cuando no se sabe lo que se está haciendo, cuando no tienes claros los tiempos y el orden, cuando aprendes un poco de aquí y un poco de allá pero no consigues unir todo lo que has aprendido. Afortunadamente se está investigando mucho sobre voz y eso sumado a la experiencia en el trabajo con voces patológicas, artísticas y profesionales hace que el camino se vea mucho más claro.

Quiero que tu camino sea emocionante, divertido y revelador. No concibo el trabajo vocal de otra manera. No es fácil pero a la vez sí, porque requiere constancia y dedicación pero es muy gratificante y forma parte de la evolución vital de cualquiera que disfrute o quiera disfrutar de su expresión vocal.

Comenzamos con un estudio inicial para conocer las demandas vocales, fijar objetivos y valorar tu voz. En función de lo que sea necesario establecemos la frecuencia de las sesiones. Es verdad que, al ser un aprendizaje sensoriomotor (como aprender a caminar o a montar en bici), hace falta una continuidad con la práctica pero ese trabajo diario de explorar, investigar y jugar con tu voz es tuyo y ¡que nadie te lo quite nunca!.

Cada sesión dura 50 minutos en los que practicamos los ejercicios que quedan grabados para que puedas verlos y repasarlos cuando quieras. Tendrás tu plan de entrenamiento hasta la siguiente sesión.

Para mí lo más importante es acompañarte, conseguir que entrenes correctamente para mantener tu salud vocal y asegurar que entiendes el sentido de cada ejercicio, por eso hacemos seguimiento entre sesiones.

Eventualmente organizo reuniones grupales entre las personas que forman parte de esta familia para compartir y aprender juntos. Surgen cosas maravillosas cuando nos reunimos.