Me comparo con otras voces

Buen tema para conversar, ¿verdad? Me apetece hablar sobre la comparación porque es algo que hacemos sin poder evitarlo y porque suele tocarnos de forma incómoda.

Seguro que más de una vez te ha provocado bloqueos, incluso ganas de dejar todo, sensación de rabia, de incompetencia. Otras veces te ha alentado a trabajar con más pasión y a fijar alguna meta concreta.

Quiero abordar este tema desde diferentes perspectivas y quiero saber qué opinas tú.

¿Por qué mi voz es como es?

Sabemos que la voz inicia en los pliegues vocales y luego se filtra a través del tracto vocal. Cada una de las estructuras que intervienen en este proceso tiene un tamaño y una forma diferente en cada individuo, por eso nuestra voz sufre cambios a lo largo de nuestra vida y también podemos diferenciar la voz de cada persona. Me gusta mucho eso de que la voz te identifica tanto como tu huella dactilar porque demuestra lo poderosa que es. Lo que ocurre es que muchas de esas estructuras se modifican para lograr determinada sonoridad y es de lo que nos valemos los profesionales de la voz para usar esos recursos de forma expresiva.

Muchas veces admiramos tanto la voz de una persona que buscamos a través de la imitación ese aprendizaje. Tiene sentido porque aprendemos muchas cosas por imitación a lo largo de nuestra vida. Podemos imitar otras voces usando los recursos de esas estructuras que se modifican hasta cierto punto. Hay personas que lo hacen con gran maestría, que copian además las dinámicas, los giros, el uso de registros, etc. Es una maravilla. En voz hablada conocemos también muchos imitadores.

¿Qué aspectos tendrá en cuenta la inteligencia artificial para por ejemplo poder conseguir “poner” la voz de algunos raperos famosos cantando canciones nuevas que crearon para un experimento?. Veremos qué pasa con este universo porque es alucinante e inquietante a partes iguales.

Más allá de la parte física y acústica nos encontramos con nuestra voz a nivel de emoción y ¡ojo! porque eso da para mucha conversación. ¿Qué expresamos con nuestra voz? Para empezar, un sin fin de sentimientos que cada uno interpretamos y vivimos a nuestra manera, incluso aunque compartiéramos las mismas experiencias. Si me comparo con otra persona vocalmente, ¿tengo que comparar nuestras emociones también o nuestra forma de expresarlas?. ¿Hay una manera mejor o peor de hacer eso?. ¿La voz o expresión vocal tiene que ver con la experiencia vital?. Si conecto con la voz de alguien ¿por qué lo hago?, ¿qué hace que conecte más con la voz de Sara que con la de Pedro? Pues ni idea, la verdad, sería interesante estudiarlo.

Lo que es cierto es que no todos conectamos con las mismas voces y también varían nuestros gustos con el tiempo y dependiendo del contexto incluso. He buscado un poco a ver si había algún estudio que hablase sobre ello y no he encontrado nada así de concreto. Si sabes algo sobre el tema te pido por favor que lo compartas porque me parece muy interesante.

¿De qué me sirve comparar?

La comparación es inevitable justo porque cumple una función: es un método mental para ubicarnos y tomar decisiones. Los demás son una fuente de información y todos vamos construyéndonos, en todos los sentidos y vocalmente, por supuesto, a partir de múltiples referencias sumadas a las que nos surgen naturalmente. Compararnos nos ayuda a ver el camino recorrido y los logros alcanzados también cuando nos comparamos con nuestra voz del pasado.

Eso no significa que tengamos que reproducir el estilo, el sonido o la expresión de las voces que admiramos, sino aprender de ellas, inspirarnos, crecer adaptando eso que nos gusta a nuestra propia voz, aprender de los errores, conocer mejores formas de expresarnos vocalmente.

La incomodidad de la comparación viene cuando sentimos que a menudo salimos perdiendo porque en lugar de crecer nos provoca inseguridad, envidia, celos, bloqueos y baja autoestima. Me parece importante señalar de nuevo que cada voz es única y contiene una expresión única. Debemos ser justos con nosotros mismos para no caer en comparaciones injustas. Por ejemplo esperando tener la destreza propia de la experiencia de varios años de trayectoria cuando llevamos poco tiempo educando nuestra voz.

A veces nos comparamos con la voz de esa persona que ya nació con una voz maravillosa, que tiene muchísima facilidad para ejecutar sin error, y no sabemos el entorno en el que ha crecido esa persona, la estimulación que ha tenido (porque escuchar voces bonitas educa y entrena), el amor que le pone a su voz, cómo trabaja su voz, mil cosas que influyen y que no sirve de nada que te compares con esa voz si te está haciendo daño.

Voz y moda

Cuando comparamos las voces generalmente lo hacemos en términos técnicos como color, brillo, registro o agilidad pero también si la voz es bonita o no. El rango vocal es algo que puedes medir así que es fácil de comparar pero ¿cómo comparas si una voz es bonita o no?.

¿Te has fijado que cambia el concepto de voz bonita según la época? Entonces hay voces que están de moda o suenan antiguas o demasiado “distintas”. Durante mucho tiempo una voz aireada significaba poca competencia en canto y ahora hay grandes artistas que hacen uso de ese toque de aire en su expresión. ¿Qué validez tiene ese criterio? ¿Debo seguirlo para determinar si mi voz es adecuada o no?

Además no todas las voces son “perfectas” para cualquier contexto. Hay voces que buscas para un momento de calma, otras para cargarte de energía, otras que te consuelan y otras que sacan tu lado más guerrero. No puedo elegir un estado de ánimo, un sentimiento, un pensamiento para siempre. ¿Por qué tengo que elegir una voz? Es verdad también que la voz es el instrumento más versátil pero no tengo que ejecutar perfectamente cualquier tarea vocal, lo que tengo que saber son mis puntos fuertes vocalmente y sacarles el máximo partido. Tengo que saber cómo puedo transmitir de la mejor manera posible con mi voz y cómo hacer llegar el mensaje. La comunicación es la clave.

Voz y expresión

La voz no trabaja sola, requiere de un juego de dinámicas (por tono, duración, intensidad y silencios). La melodía en el habla o en el canto nos transmite tanto como el sonido y las palabras, va todo unido. A veces lo que nos gusta de una persona no es tanto el sonido de su voz si no cómo son sus movimientos melódicos. Puedes escuchar a un cantante con una voz incluso que es incómoda de escuchar pero sus caminos son una preciosidad y te envuelven y personas con una voz prodigiosa que no te acaban de llegar. No tiene sentido trabajar voz sin trabajar esa parte que es puro arte y belleza. El buen gusto también se puede entrenar escuchando mucho y probando con valentía.

Pero lo más importante es que todo tenga un sentido. ¿Te has preguntado alguna vez qué cuentas con tu voz?, ¿hasta dónde estás dispuest@ a contar?, ¿has encontrado la voz que te identifica?.

Más adelante me gustaría profundizar en este tema tan interesante.

Gracias

Gracias por compartir este rato de reflexión conmigo. ¡Estoy deseando leer lo que tú quieres contar! Deja tu comentario.